CARTA DE LA IGLESIA CATOLICA LA SENADO.
En carta del Obispo Sixto Pazinger, la Iglesia Católica solicita "que este proceso se haga con plena consulta y participación de los directos interesados - personas, organizaciones y comunidades indígenas de todo el territorio nacional- que provengan de los nueve pueblos reconocidos por ley. Instamos pues, a que Vd. promueva dicha participación. "
Villarica, abril 7 de 2008
Senado de Chile
Comisión Constitución, Legislación
Justicia y Reglamento
Sr. Presidente
José Antonio Gómez Urrutia
PRESENTE
De nuestra mayor consideración:
Junto con agradecerle la invitación que se hiciera a nuestro Obispo, Ms. Sixto Parzinger a participar en la sesión del día de hoy en la que se debate el proyecto de ley sobre reconocimiento constitucional de Pueblos Indígenas, me remito a Vd. en mi condición de Sacerdote delegado pues Ms. Parzinger se encuentra enfermo.
Queremos dejar presente, que no haremos esta presentación personalmente, por no contar con una convocatoria con suficiente antelación.
Por lo anterior, solicitamos a Vd. tenga a bien dar lectura pública de esta carta que contiene las principales preocupaciones de la Iglesia diocesana de Villarrica, recogidas y elaboradas por la Comisión Diocesana de Pastoral Mapuche.
Sin perjuicio de ello, quisiera manifestarle nuestro deseo de participar en la próxima sesión junto a nuestro equipo asesor, para lo que es imprescindible un aviso con la máxima antelación a efectos de preparar la asistencia.
Al respecto le indico:
(1) El Papa Juan Pablo II en Temuco en 1987, hace ya 20 años, nos continúa interpelando con sus palabras dirigidas al Pueblo Mapuche “Al defender vuestra identidad, no solo ejercéis un derecho, sino que cumplís también un deber: el deber de transmitir vuestra cultura a las generaciones venideras, de este modo a toda la nación chilena, con vuestros valores bien conocidos: el amor a la tierra, el indómito amor a la libertad, la unidad de vuestras familias”.
(2) En estas palabras, el Papa nos invitó a una valorización y re-conocimiento de los Pueblos Indígenas.
(3) En esta misma línea se ha manifestado recientemente el Documento Conclusivo de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, suscrito en Aparecida No. 89 “Los indígenas y afroamericanos son sobretodo, “otros” diferentes que exigen respeto y reconocimiento. La sociedad tiende a menospreciarlos desconociendo su diferencia. Su situación social está marcada por la marginación y la pobreza. La iglesia acompaña a los indígenas y afroamericanos en sus luchas por los legítimos derechos”.
(4) Sobre dicho reconocimiento de derechos de los Pueblos, La Carta Pastoral de los Obispos del Sur de 1979 señala “La iglesia distingue claramente el concepto de nación y de pueblo. Dentro de una misma nación pueden integrarse varios pueblos”. “Ellos son un pueblo [los Mapuche] porque tienen un origen histórico y una línea de continuidad ... tienen una cultura propia y poseen una lengua que los caracteriza”. “No le compete a la autoridad determinar el carácter propio de cada cultura, sino el fomentar las condiciones y los medios para promover la vida cultural entre todos, aún dentro de las minorías étnicas” .
(5) Los Pronunciamientos más recientes están dados por la Carta de los Obispos del Sur de 2003, “Por la Dignificación del Pueblo Mapuche” y el Documento de Trabajo “Al Servicio de un Nuevo Trato con el Pueblo Mapuche”: “Se trata de ir más allá de los acuerdos formales, avanzando todos juntos hacia el reconocimiento constitucional y el respeto del pueblo mapuche como comunidad cultural no sólo de hecho, sino también de derecho”.
(6) Chile se ha ubicado como uno de los Estados de América en omisión y retraso legislativo respecto del reconocimiento de derechos de los Pueblos Indígenas. Esta demora, acrecienta la conflictividad y el desencanto de nuestros hermanos.
(7) La preocupación de la Iglesia sobre la materia tiene sus raíces en la Bula Sublimis Deus del Papa Pablo III, que en 1537 – siglos antes de la conformación de los Estado -Nación latinoamericanos - reconocía los derechos de los Pueblos Indígenas señalando que “aunque vivan fuera de la fe cristiana, pueden usar, poseer y gozar libre y lícitamente de su libertad y del dominio de sus propiedades, que no deben ser reducidos a servidumbre y que todo lo que se hubiese hecho de otro modo es nulo y sin valor”.
(8) Ello, sienta precedente respecto de la preexistencia de los derechos de los Pueblos Indígenas.
(9) Finalmente, otra preocupación sustancial, es que este proceso se haga con plena consulta y participación de los directos interesados - personas, organizaciones y comunidades indígenas de todo el territorio nacional- que provengan de los nueve pueblos reconocidos por ley. Instamos pues, a que Vd. promueva dicha participación.
Padre José Flaminio Quilaqueo Antilef
Párroco de Vilcun, Diócesis de Villarica
Por delegación Ms Sixto Parzinger
Obispo de Villarica
Villarica, abril 7 de 2008
Senado de Chile
Comisión Constitución, Legislación
Justicia y Reglamento
Sr. Presidente
José Antonio Gómez Urrutia
PRESENTE
De nuestra mayor consideración:
Junto con agradecerle la invitación que se hiciera a nuestro Obispo, Ms. Sixto Parzinger a participar en la sesión del día de hoy en la que se debate el proyecto de ley sobre reconocimiento constitucional de Pueblos Indígenas, me remito a Vd. en mi condición de Sacerdote delegado pues Ms. Parzinger se encuentra enfermo.
Queremos dejar presente, que no haremos esta presentación personalmente, por no contar con una convocatoria con suficiente antelación.
Por lo anterior, solicitamos a Vd. tenga a bien dar lectura pública de esta carta que contiene las principales preocupaciones de la Iglesia diocesana de Villarrica, recogidas y elaboradas por la Comisión Diocesana de Pastoral Mapuche.
Sin perjuicio de ello, quisiera manifestarle nuestro deseo de participar en la próxima sesión junto a nuestro equipo asesor, para lo que es imprescindible un aviso con la máxima antelación a efectos de preparar la asistencia.
Al respecto le indico:
(1) El Papa Juan Pablo II en Temuco en 1987, hace ya 20 años, nos continúa interpelando con sus palabras dirigidas al Pueblo Mapuche “Al defender vuestra identidad, no solo ejercéis un derecho, sino que cumplís también un deber: el deber de transmitir vuestra cultura a las generaciones venideras, de este modo a toda la nación chilena, con vuestros valores bien conocidos: el amor a la tierra, el indómito amor a la libertad, la unidad de vuestras familias”.
(2) En estas palabras, el Papa nos invitó a una valorización y re-conocimiento de los Pueblos Indígenas.
(3) En esta misma línea se ha manifestado recientemente el Documento Conclusivo de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, suscrito en Aparecida No. 89 “Los indígenas y afroamericanos son sobretodo, “otros” diferentes que exigen respeto y reconocimiento. La sociedad tiende a menospreciarlos desconociendo su diferencia. Su situación social está marcada por la marginación y la pobreza. La iglesia acompaña a los indígenas y afroamericanos en sus luchas por los legítimos derechos”.
(4) Sobre dicho reconocimiento de derechos de los Pueblos, La Carta Pastoral de los Obispos del Sur de 1979 señala “La iglesia distingue claramente el concepto de nación y de pueblo. Dentro de una misma nación pueden integrarse varios pueblos”. “Ellos son un pueblo [los Mapuche] porque tienen un origen histórico y una línea de continuidad ... tienen una cultura propia y poseen una lengua que los caracteriza”. “No le compete a la autoridad determinar el carácter propio de cada cultura, sino el fomentar las condiciones y los medios para promover la vida cultural entre todos, aún dentro de las minorías étnicas” .
(5) Los Pronunciamientos más recientes están dados por la Carta de los Obispos del Sur de 2003, “Por la Dignificación del Pueblo Mapuche” y el Documento de Trabajo “Al Servicio de un Nuevo Trato con el Pueblo Mapuche”: “Se trata de ir más allá de los acuerdos formales, avanzando todos juntos hacia el reconocimiento constitucional y el respeto del pueblo mapuche como comunidad cultural no sólo de hecho, sino también de derecho”.
(6) Chile se ha ubicado como uno de los Estados de América en omisión y retraso legislativo respecto del reconocimiento de derechos de los Pueblos Indígenas. Esta demora, acrecienta la conflictividad y el desencanto de nuestros hermanos.
(7) La preocupación de la Iglesia sobre la materia tiene sus raíces en la Bula Sublimis Deus del Papa Pablo III, que en 1537 – siglos antes de la conformación de los Estado -Nación latinoamericanos - reconocía los derechos de los Pueblos Indígenas señalando que “aunque vivan fuera de la fe cristiana, pueden usar, poseer y gozar libre y lícitamente de su libertad y del dominio de sus propiedades, que no deben ser reducidos a servidumbre y que todo lo que se hubiese hecho de otro modo es nulo y sin valor”.
(8) Ello, sienta precedente respecto de la preexistencia de los derechos de los Pueblos Indígenas.
(9) Finalmente, otra preocupación sustancial, es que este proceso se haga con plena consulta y participación de los directos interesados - personas, organizaciones y comunidades indígenas de todo el territorio nacional- que provengan de los nueve pueblos reconocidos por ley. Instamos pues, a que Vd. promueva dicha participación.
Padre José Flaminio Quilaqueo Antilef
Párroco de Vilcun, Diócesis de Villarica
Por delegación Ms Sixto Parzinger
Obispo de Villarica
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